

ABRE LOS LIBROS y sumérgete en el agua de la vida que brota irreprimible desde sus páginas. Déjate arrastrar por el torbellino de voces, de lenguas, de olores, de paisajes. No olvides nunca la fascinación que experimentamos en los años de infancia, cuando se nos revela la dimensión mágica que tienen las palabras y descubrimos que las páginas de los libros pueden contener el mundo entero. Como las campesinas que se afanan en la rebusca de espigas entre los surcos después de la siega, también los escritores recogen las palabras una a una y elaboran con ellas el pan humilde de sus textos. De este modo hacen que lleguen hasta nosotros, siempre nuevas y siempre sorprendentes, pues los libros poseen la insólita capacidad de revivir y reinventarse en cada nueva lectura. Todas las personas necesitamos las historias, los sueños, las palabras, tal vez sea una característica inscrita en el ADN de la humanidad. Las necesitamos como el comer,
como beber agua, claro que sí. Para entender el mundo y para entendernos a nosotros mismos, para soñar otros destinos, para celebrar los dones que la vida nos da. Sabemos que no podríamos vivir sin el aliento de la imaginación y de la creatividad, sin las palabras que expresan la variedad y la belleza de nuestros deseos y de nuestros sentimientos. Por todo eso, abramos los libros. Ellos contienen los sueños, las pasiones, los miedos, los amores, las risas. En sus páginas habita la inmensa variedad de sentimientos y experiencias de la humanidad, de las personas que viven ahora en cualquier lugar del mundo y de las que desaparecieron hace muchos años. Los libros: ríos de palabras que se nos ofrecen con generosidad para ayudarnos a aprender el ocio de vivir, para cambiarnos la vida e implicarnos en la transformación del mundo.
Recomendación. Puedes acompañar la lectura de este libro preferiblemente por la presencia de un vampiro bueno y atractivo, o en su lugar por alguna bebida refrescante-vampírica-sin alcohol, como ésta:
Cóctel de Sangre. Ingredientes: zumo de naranja o refresco de naranja si lo quieres haces más espumoso, un chorrito de granadina y cubitos de hielo con forma del corazón. Decora la copa con una rodajita de lima o limón.