
Autora: Diane Setterfield
Editorial: Lumen
Páginas: 479 pp.
ISBN: 9788426416049
Sentía mucha curiosidad desde hace tiempo. Resulta que la hija de un librero y de oficio biógrafa (Margaret), recibe el encargo de una conocidísima escritora (Wida Wintter) para que le redacte su biografía. La chica acepta la oferta laboral y se traslada a la casa de la escritora, donde escuchará la narración oral desglosada a través de numerosas sesiones. Creí que cuando empezara la narración de su biografía la lectura descendería y resultaría aburrida. Pero sucede todo lo contrario, pues realmente el hilo narrativo empieza a elevarse muy potencialmente... La narración se remonta a los antecesores generacionales para explicar los orígenes de Wida, y eso me recordó un poco a algunas novelas de literatura hispanoamericana, tales como Cien años de soledad de Gabriel García Márquez o La casa de los espíritus de Isabel Allende. Pero a diferencia de ese “realismo-mágico” tan habitual en los escritores citados, lo que hay en esta novela es lo que yo calificaría como “realismo-macabro” que me recordó mucho a Marina de Carlos Ruiz Zafón.
Aquí la intriga radica en la existencia de unas gemelas trastornadas según la historia narrada por la famosa escritora, cuya historia encontrará ecos, lazos y conexiones con la vida personal de la joven biógrafa.
Uno de los momentos que más me han gustado es cuando la biógrafa sufre una crisis y el médico le receta reposo y la lectura de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle durante unos días.
Me ha gustado y me ha sorprendido el final. Yo pensé que habían sido trillizas. Pero no…