
domingo, 30 de noviembre de 2008
Los cuentos de Beedle el Bardo

La Emperatriz de los Etéreos
Páginas: 270 pp.
ISBN: 9788420472706
En su esencia, se trata de un viaje de aventuras. Bipa (una habitante de las Cavernas) camina tras los pasos de su amigo Aer para salvarlo de su afán por alcanzar a la Emperatriz de los Etéreos, la inmaterialidad y la inmortalidad. Para alcanzar dicho objetivo, el individuo (el "Cambiante") debe mutarse y transformarse lentamente a través de varios grados o fases de inmaterialidad. De ahí que estén: los opacos (los humanos propiamente dichos), los gélidos, los transparentes, los traslúcidos o cristalinos, los casi-etéreos, y por último, los etéreos.
domingo, 23 de noviembre de 2008
La bruja y hechicera Celestina

sábado, 15 de noviembre de 2008
Eclipse entre Bella, Edward y Jacob

Autora: Stephenie Meyer
Editorial: Alfaguara
Páginas: 623 pp.
ISBN: 978-84-204-7233-1



Un nuevo roedor de libros y palabras

Autor: Sam Savage
Editorial: Seix-Barral
Colección: Biblioteca Formentor
Páginas: 224 pp.
ISBN: 978-84-322-2824
¿Cómo podría empezar? ¿Una novela sobre un nuevo roedor de letras, libros y palabras? ¿Firmin, aventuras de una alimaña urbana? ¿Firmin, degustador de libros digeridos en su estómago y en su cerebro? Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada. Original, chispeante y profundamente conmovedora, esta aguda fábula sobre la condición humana es un disparo al corazón. Firmin no es un ratoncito humano, sino un ser humano en un cuerpo de rata. Esto lo hace áspero, patético, incómodo, sin la menor concesión al infantilismo y auténticamente poético.