domingo, 4 de enero de 2009

Chocolat de Joanne Harris

Se trata de una exquisita y deliciosa novela escrita para ser degustada por los cinco sentidos. Muy concretamente, a veces he tenido que interrumpir la lectura para ir a buscar algún dulcecito porque la narración propicia con gran maestría unas ganas impresionantes de comer chocolate. (Chocolate negro, violetas confitadas, pétalos de rosa bañados en chocolate, chocolate exprés, chococcino, mocha, mendiants, bombones, pralinés, pezones de Venus, trufas, frutas confitadas, ramos de avellanas, conchas de chocolate, violetas azucaradas, pain au chocolat, etc.)
Todo comienza cuando Vienne Rocher llega con su pequeña hija Anouk movida por las ráfagas del viento (como si de otra Mary Poppins se tratara) a un pequeño pueblecito francés, el martes de carnaval. Decide instalarse allí y abrir una chocolatería: La Céleste Praline. Es así como encontrará una gran resistencia por parte de la mayoría de los vecinos y del cura del pueblo, que se opondrán al establecimiento de su negocio, ya que el chocolate representa una auténtica lujuría y un grandísimo pecado impropias al recato, ayuno y abstinencia de la cuaresma. Pese a todo, Vianne hará buenos clientes y entrañables amigos. Es importante destacar, el enigmático secreto que esconde al cura sobre su pasado y sobre unas misteriosas visitas que realiza a un anciano enfermo postrado en una cama.
Estamos ante una nueva bruja: Vianne ha desarrollado las facultades mágicas heredadas de su madre, pero ella en vez de emplearlas en el tarot o en predicciones, las ha enfocado sobre el chocolate. La protagonista tiene visiones sobre la superficie brillante del chocolate cuando amasa los bloques de cacao sobre la mesa de trabajo, como si de una bola de cristal se tratara.
Ahhh, y mi personaje favorito es Pantoufle, el conejito imaginario que sólo ve Anouk y algunas personas muy especiales.
Si decides leer esta novela ¡no olvides preparar algunos de tus chocolates preferidos para acompañar la lectura!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye Mónica: ¿no te habrá sobrado ningún bombón por ahí? Me ha entrado un hambre... y eso que no he leído el libro, pero si recuerdo la película que vi gracias a ti.

¡Voy a rebuscar por la cocina a ver si encuentro algo!

Mónica Berdugo Jiménez dijo...

Oh, ja... ja... Por cierto, la película está muy bien. Se me olvidó recomendarla también. El fantástico Johnny Depp (mi actor favorito) interpreta el papel del personaje Roux (uno de los gitanos que llegan al pueblecito y que también es rechazado por sus habitantes). ¡Me gustó mucho la peli! La vi en el cine cuando se estrenó: por suerte que llevaba monedas de chocolate en el bolso.

Isi dijo...

Hola! Pasaba por aquí y me recordó a esta película, una de esas obras especiales que te hacen soñar unas cuantas horas después de verla.
Ni idea que hubiera libro, así que seguramente me lo apuntaré.
Por cierto, Pantounfle es un canguro en la película, no un conejo :)

Mónica Berdugo Jiménez dijo...

Hola Isi! Efectivamente existen diferencias entre la novela y la adaptación cinematográfica. ¡Te invito a descubrirlaaaaas y a saborearlas!(Pantounfle es un conejito en el libro mientras que en la peli es un canguro como muy bine has señalado.)

Cinderella at Midnight dijo...

A raíz de la película, compré el libro y es precioso. Lo recomiendo :)